Es un recurso extraordinario de impugnación, procede posterior a que se haya dictado una sentencia condenatoria ejecutoriada; de ser aplicable puede decirse que es el último camino para encontrar un remedio procesal de aquello que se encuentra con naturaleza de cosa juzgada; dicho de otra manera, dentro de un proceso judicial penal, permite reconocer la existencia de un principio falible o de un error de hecho; es decir, que es aplicable cuando los justiciables han dado por sentada una verdad histórica errada e injusta; por lo tanto, permite dar transito a un nuevo desfile de pruebas nuevas para un debate probatorio, que demuestre la verdad procesal, con ello la inocencia del imputado.